El Botox™ es el nombre comercial de la toxina botulínica. Su popularidad ha tenido altos y bajos. En un comienzo se veía como una toxina venenosa que podía provocar la muerte, pero en los años 90 esta visión cambió positivamente, descartando sus efectos nocivos.
Existe gran escepticismo con respecto al uso de este producto ya que normalmente se observan pacientes con la frente muy estirada y las cejas muy altas, lo que da un aspecto falso y con poca expresión. La verdad es que el Botox™ bien utilizado es increíblemente natural, ya que logra relajar la piel para que se vea más sana, levanta la cola de la ceja para una mirada más alegre y suaviza arrugas de envejecimiento incipiente sin borrarlas completamente, con lo que se obtiene un cambio sutil y natural. La idea es lograr un efecto de “refresh” o “cara descansada” más que intentar rejuvenecer a la paciente.
El Botox™ se inyecta con agujas muy delgadas, no requiere anestesia alguna, se realiza en la misma consulta, por lo que el paciente se va de alta inmediatamente. Se aplica en las áreas que quiere bloquear la contracción muscular y se puede ir variando la cantidad de producto en las distintas zonas para lograr efectos más suaves en algunas áreas y evitar la “cara de máscara”. Para hacer lo anterior es muy importante que el médico que realice el procedimiento tenga un conocimiento acabado de la anatomía del área que está tratando para tratar músculos específicos y evitar otros que de ser inyectados pueden producir efectos nefastos, como no poder levantar el párpado.
El efecto se empieza a notar a las 24 horas y continúa mejorando por al menos siete días, observando su efecto final a los 10 días. El efecto dura en promedio cuatro meses y máximo siete meses. Es muy importante saber que no tiene antídoto, por lo que de ser mal inyectado, se debe esperar el tiempo d duración del producto para que vuelva la movilidad normal.
Luego de la aplicación, el paciente no debe realizar ejercicios ni recostarse durante 4 horas, pero puede realizar el resto de sus actividades con normalidad.