Una de las preguntas que toda mujer se ha planteado en alguna etapa de su vida tiene que ver con el aspecto de sus pechos. Un asunto en el que entran preguntas tan diversas como las dimensiones, la firmeza, la forma y un sinfín de detalles. Sin embargo, existen ocasiones en las que sí se dan ciertas anomalías.

Es el caso de las mamas tubulares o tuberosas, que son una deformidad mamaria que suele ser vivida con gran ansiedad por parte de las pacientes que las sufren, al ver que sus mamas “no son normales”. Las pacientes que las padecen saben que sus mamas son “distintas” pero desconocen ignoran las causas y su diagnóstico.

Actualmente el único tratamiento que existe es el quirúrgico. Si se trata de una anomalía muy leve puede subsanarse con un implante, pero en casos más graves se procede a una remodelación glandular completa. En la mayoría de los casos, el procedimiento finaliza con la implantación de una prótesis.

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